A pesar de que los argentinos, y principalmente los porteños, son considerados como los más "europeos" de América Latina, y de la innegable herencia cultural española, hay innumerables diferencias. Quizás algún día me anime a tratar de escribir algo sobre esas diferencias.
Pero ahora lo que me moviliza es tratar de analizar otra comparación.
En el post sobre el Día Internacional de la Diabetes incluí una frase, a modo de conclusión final, donde decía "Se puede hacer bien las cosas, la cuestión es proponérselo y distribuir adecuadamente los recursos y los esfuerzos", y ahora me reafirmo en ello.
Desde el primer momento de mi llegada a España (concretamente a Madrid) me llamaron la atención cosas que me resultaban novedosas. No tardé mucho en empezar a pensar en porqué no se implantaban en Argentina. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría (si no todos) los políticos argentinos han estado por aquí en alguna oportunidad.
Lo primero que me sorprendió fue el abono de transporte. Contrariamente a lo impuesto a Argentina por el FMI, aquí el transporte es casi todo estatal. Los autobuses urbanos, el metro y el ferrocarril de Cercanías. Solo he visto como servicio de empresas privadas el de transporte interurbano.
Y lo sorprendente es que existe un abono de transporte con el que, por el pago de una cifra mensual, se pueden hacer todos los viajes que uno quiera a lo largo de todo el mes, y utilizando los tres medios (autobuses, metro, cercanías). Lógicamente, para resolver el tema de tarifas, está diseñado un sistema de "coronas" que marcan distintas zonas en función de las distancias. Así, el abono de la zona "A" solo es válido dentro de esa zona, el "B1" es válido dentro de esa zona (que incluye la "A") y así sucesivamente.
Como para que puedan darse una idea, yo utilizo el abono "A" que tiene un precio equivalente a unos 45 viajes en metro o autobús, así que si uno tiene previsto hacer más de 2 viajes diarios, ya es negocio comprar el abono mensual. Y si no ese el caso, hay otro (el "bonobus") que vale solo para diez viajes, pero a aproximadamente el 60 ó 70% del costo de esos 10 pasajes.
Pero ahora lo que me moviliza es tratar de analizar otra comparación.
En el post sobre el Día Internacional de la Diabetes incluí una frase, a modo de conclusión final, donde decía "Se puede hacer bien las cosas, la cuestión es proponérselo y distribuir adecuadamente los recursos y los esfuerzos", y ahora me reafirmo en ello.
Desde el primer momento de mi llegada a España (concretamente a Madrid) me llamaron la atención cosas que me resultaban novedosas. No tardé mucho en empezar a pensar en porqué no se implantaban en Argentina. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría (si no todos) los políticos argentinos han estado por aquí en alguna oportunidad.
Lo primero que me sorprendió fue el abono de transporte. Contrariamente a lo impuesto a Argentina por el FMI, aquí el transporte es casi todo estatal. Los autobuses urbanos, el metro y el ferrocarril de Cercanías. Solo he visto como servicio de empresas privadas el de transporte interurbano.
Y lo sorprendente es que existe un abono de transporte con el que, por el pago de una cifra mensual, se pueden hacer todos los viajes que uno quiera a lo largo de todo el mes, y utilizando los tres medios (autobuses, metro, cercanías). Lógicamente, para resolver el tema de tarifas, está diseñado un sistema de "coronas" que marcan distintas zonas en función de las distancias. Así, el abono de la zona "A" solo es válido dentro de esa zona, el "B1" es válido dentro de esa zona (que incluye la "A") y así sucesivamente.
Como para que puedan darse una idea, yo utilizo el abono "A" que tiene un precio equivalente a unos 45 viajes en metro o autobús, así que si uno tiene previsto hacer más de 2 viajes diarios, ya es negocio comprar el abono mensual. Y si no ese el caso, hay otro (el "bonobus") que vale solo para diez viajes, pero a aproximadamente el 60 ó 70% del costo de esos 10 pasajes.
Pinchando sobre la imagen, se accede a la página de la E.M.T. sobre el abono mensual y sus tarifas.
Y no se trata de que sea un servicio de transportes deficiente. Quien quiera puede curiosear un poco en:
Metro de Madrid
Red de Cercanías RENFE
EMT
Entonces claro, se me ocurre preguntarme porqué no puede aplicarse en Buenos Aires.
Y la respuesta me llega muy rápido. Aquí son tres empresas diferentes (las 3 estatales), que se reparte lo recaudado por la venta de los abonos en función del uso, que queda registrado al ser un pase con banda magnética.
No nos refugiemos en cuestiones tecnológicas, porque no es un argumento válido.
¿Se imaginan a las empresas de colectivos de Buenos Aires teniendo que declarar "todos" los pasajeros transportados para poder pedir su parte de esos abonos? Imposible.
Listo, ya tengo claro porqué es inaplicable.
Hay otro punto que me asombró, y mucho.
Aquí por cada trabajador se hacen los siguientes aportes:
(algunos de estos porcentajes pueden variar, pero la diferencia es pequeña)
O sea que todo el sistema se sostiene con ese 37,5% de los salarios. No tengo presentes los porcentajes de retenciones y aportes en Argentina, pero creo que totalizaban aproximadamente lo mismo.
Pero la diferencia fundamental está en que, aquí, ese 37,5% financia:
1 - Todo el sistema previsional
2 - Un sistema de prestación por desempleo, donde cualquier trabajador, dependiendo de su antigüedad en el sistema, puede llegar a cobrar (además de la indemnización que le corresponda) una prestación mensual durante un máximo de dos años. Y esa prestación es del 70% los primeros seis meses y del 60 a partir del séptimo mes.
3 - FOGASA: Fondo de garantía salarial. Este servicio garantiza al trabajador el cobro de lo que la empresa le quede debiendo en caso de insolvencia. No el 100%, pero a mi me ha tocado poder recuperar el 60% de los salarios adeudados.
4 - Un sistema de formación gratuito (y a menudo no presencial) al que se accede fácilmente.
Y habrán podido ver que no hay ningún aporte a Obra Social .....
Es que no existen. Simple y contundente. No existen las obras sociales sindicales.
Todo el servicio de salud es cubierto por la Seguridad Social (la misma que cubre el sistema previsional) y es universal, ni siquiera hace falta ser aportante. Y créanme, no admite la más mínima comparación con los hospitales que he conocido en Buenos Aires, ni con la cobertura de ninguna de las obras sociales que he tenido allí.
Tiene un único defecto (y que se intenta corregir), que es la demora en algunos servicios. Y no es porque los tomógrafos estén eternamente averiados, ni que no haya placas para una radiografía, o que al internarse en un hospital haya que llevar la ropa de cama, las gasas y las vendas. No, el problema es que una cita para un especialista tiene mucha demora (he sufrido casos de hasta 3 meses), algunas pruebas diagnósticas y las cirugías también. Pueden ser problemas serios, pero no pueden compararse con las cosas que hay que sufrir en los hospitales argentinos. Y si hablamos de las obras sociales, hay algunas que realmente son de miedo.
Sigo sosteniendo lo que dije al principio:
"Se puede hacer bien las cosas, la cuestión es proponérselo y distribuir adecuadamente los recursos y los esfuerzos"
Y no se trata de que sea un servicio de transportes deficiente. Quien quiera puede curiosear un poco en:
Metro de Madrid
Red de Cercanías RENFE
EMT
Entonces claro, se me ocurre preguntarme porqué no puede aplicarse en Buenos Aires.
Y la respuesta me llega muy rápido. Aquí son tres empresas diferentes (las 3 estatales), que se reparte lo recaudado por la venta de los abonos en función del uso, que queda registrado al ser un pase con banda magnética.
No nos refugiemos en cuestiones tecnológicas, porque no es un argumento válido.
¿Se imaginan a las empresas de colectivos de Buenos Aires teniendo que declarar "todos" los pasajeros transportados para poder pedir su parte de esos abonos? Imposible.
Listo, ya tengo claro porqué es inaplicable.
Hay otro punto que me asombró, y mucho.
Aquí por cada trabajador se hacen los siguientes aportes:
(algunos de estos porcentajes pueden variar, pero la diferencia es pequeña)
O sea que todo el sistema se sostiene con ese 37,5% de los salarios. No tengo presentes los porcentajes de retenciones y aportes en Argentina, pero creo que totalizaban aproximadamente lo mismo.
Pero la diferencia fundamental está en que, aquí, ese 37,5% financia:
1 - Todo el sistema previsional
2 - Un sistema de prestación por desempleo, donde cualquier trabajador, dependiendo de su antigüedad en el sistema, puede llegar a cobrar (además de la indemnización que le corresponda) una prestación mensual durante un máximo de dos años. Y esa prestación es del 70% los primeros seis meses y del 60 a partir del séptimo mes.
3 - FOGASA: Fondo de garantía salarial. Este servicio garantiza al trabajador el cobro de lo que la empresa le quede debiendo en caso de insolvencia. No el 100%, pero a mi me ha tocado poder recuperar el 60% de los salarios adeudados.
4 - Un sistema de formación gratuito (y a menudo no presencial) al que se accede fácilmente.
Y habrán podido ver que no hay ningún aporte a Obra Social .....
Es que no existen. Simple y contundente. No existen las obras sociales sindicales.
Todo el servicio de salud es cubierto por la Seguridad Social (la misma que cubre el sistema previsional) y es universal, ni siquiera hace falta ser aportante. Y créanme, no admite la más mínima comparación con los hospitales que he conocido en Buenos Aires, ni con la cobertura de ninguna de las obras sociales que he tenido allí.
Tiene un único defecto (y que se intenta corregir), que es la demora en algunos servicios. Y no es porque los tomógrafos estén eternamente averiados, ni que no haya placas para una radiografía, o que al internarse en un hospital haya que llevar la ropa de cama, las gasas y las vendas. No, el problema es que una cita para un especialista tiene mucha demora (he sufrido casos de hasta 3 meses), algunas pruebas diagnósticas y las cirugías también. Pueden ser problemas serios, pero no pueden compararse con las cosas que hay que sufrir en los hospitales argentinos. Y si hablamos de las obras sociales, hay algunas que realmente son de miedo.
Sigo sosteniendo lo que dije al principio:
"Se puede hacer bien las cosas, la cuestión es proponérselo y distribuir adecuadamente los recursos y los esfuerzos"