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lunes, 4 de enero de 2010

multicultural a saco

Que España, y muy especialmente Madrid, es multicultural es algo de lo que no tenía dudas.

En la calle, en el autobús, el tren o el metro uno puede escuchar conversaciones en los idiomas que se le ocurra. A menudo me quedo sin saber en qué están hablando.

Pero, siguiendo con algo que no me canso de exponer, los problemas que esta característica trae pueden resolverse.

Y no se crean que los problemas son nimios. Los primeros que se le ocurre a cualquiera son sobre cómo averiguar el modo de llegar a un sitio, cómo pedir la comida, cómo efectuar cualquier operación en un comercio, un banco, un medio de transporte, etc.

Pero hay otro ámbito en que esto, además de ser incómodo, e incluso algunas veces gracioso, puede transformarse en una verdadera odisea, en algo realmente serio e incluso peligroso.

¿Se imaginan tener que ir a un servicio de urgencias de un hospital y no poder hacerse entender?

"Chen forma parte de los 500.000 inmigrantes empadronados en la Comunidad de Madrid que no hablan castellano como primer idioma. Este hombre chino de 50 años vive en España desde hace 15. Su amplia sonrisa se transforma en carcajada cuando se le pregunta por sus dificultades a la hora de ir al médico. Con un precario castellano, explica que al doctor le entiende poco, "muy poco". Él maneja algunas palabras españolas, pero no es capaz de mantener una conversación fluida y el personal de los servicios de Salud no domina su idioma. Es su hijo de 20 años, y que tiene mejor nivel de español, quien le acompaña al médico y hace de traductor. Otras veces van varios miembros de la familia e intentan enterarse entre todos. Estas situaciones pueden generar muy malos ratos cuando se dan en urgencias, ante casos de acuciante gravedad."

Así comienza una nota de ElPais.com del pasado 1º de julio (la nota completa aquí).

Era un tema que tenía pendiente desde hace un par de meses, cuando encontré en un mostrador de recepción del hospital un folleto explicativo del servicio, algo que no sabía que existía.

Un convenio de cooperación entre las Consejerías de Sanidad y Cooperación y Caja Madrid permitió poner en marcha un programa de traducción en 50 idiomas distintos que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año.

¿Cómo? Simple, un centro con los traductores y una comunicación con cada hospital mediante teléfonos móviles.

De esa manera se puede prestar el servicio en cualquier punto de cualquier hospital de la red, y sin montar un servicio monstruoso.

"Funcionamiento del sistema de tele-traducción
Un teléfono móvil dotado con dos auriculares, uno para el paciente y otro para el médico, será puesto a disposición del paciente que no hable castellano. Desde ese teléfono se hará una llamada a un centro de traducción concertado y un operador traducirá la conversación entre el doctor y el enfermo en tiempo real. "


Ya sé que lo he dicho muchas veces, pero vale la pena repetirlo: Con ganas, imaginación y unos recursos que no necesitan ser extraordinarios se pueden resolver grandes problemas.

La cuestión fundamental es querer hacerlo.